En un clásico choque de ida y vuelta, con poco del rigor físico de un encuentro copero, Fortaleza y River tienen posibilidades de entrar en el área rival con peligro. En esa sintonía, el equipo millonario muestra fisuras en la línea defensiva. No solo en los cuatro integrantes de atrás: sufre el retroceso, desde Enzo Pérez hacia atrás. Armani, otra vez, voló y sacó el balón al córner. Fortaleza es más punzante, conducido por Lucas Crispim, un talentoso.